La Rioja es sinónimo de vino español y es así por una buena razón. Aunque en general hay muy buenos vinos en todo España, los mejores vienen sin lugar a dudas de la Rioja.

La región está dividida en tres zonas: Rioja Alta, Rioja Baja y Rioja Alavesa.

 Solamente la Rioja Alavesa se encuentra en el País Vasco, pero en ella hay muchos lugares de interés. Sin embargo, si realmente eres un gran aficionado al vino, puede que te interese explorar toda la región, ya que el vino de cada una de las zonas tiene características particulares. Los vinos de la Rioja son de una calidad excepcional, algo que se refleja en las continuas valoraciones superiores a los 90 puntos otorgadas por Robert Parker, el críticos de vinos más prestigioso del mundo.

Además, no solo el vino es excepcional, sino que hay muchos lugares de interés esperando a ser explorados. Laguardia es un pequeño pueblo amurallado situado en lo alto de una colina en el corazón de la Rioja Alavesa. Hace siglos ésta fue una ubicación militar estratégica y, por esa razón, túneles y sótanos fueron construidos bajo las casas.

Cuando Laguardia dejó de tener valor militar, la gente del pueblo empezó a aprovechar las condiciones perfectas de dichos sótanos para la creación de vino. Y el resto es historia. Hoy en día, hay varias bodegas que todavía utilizan los sótanos y es incluso posible visitarlos. Es como viajar al pasado, a los tiempos en los que no existían los avances e instalaciones tecnológicos, cuando los productos eran artesanales por naturaleza.

Laguardia es definitivamente un lugar de visita obligada.

Hay literalmente cientos y cientos de bodegas en la región. Algunas son muy tradicionales y otras muy modernas. Dos buenos ejemplos de modernidad son la Bodega Ysios construida por Santiago Calatrava y la de Marqués de Riscal de Frank Gehry.